Mensaje Enviado... (Dos de tantos).

" Has ocupado mi mente, mi alma y mi sexo... Le has ganado terreno a mi cuerpo con la misma elegancia y erotismo que un buen vino cuando se derrama. Al final toda yo estoy impregnada de ti. Seducción en estado puro. Esa eres tú..."

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"Pienso en nuestro próximo viaje y me pasa algo mágico: contigo tengo nostalgia hasta de los lugares en los que todavía no hemos estado y te amo también mañana. Que descompensación temporal más curiosa no crees?"

Psicosomatizar tu amor...

¿Soportas mucho peso en la espalda últimamente?.- Me ha preguntado el doctor con ese tono inconfundiblemente cerimonioso que sólo tienen los médicos.

¡Todo el que puedo!.- Le he respondido con una amplia sonrisa.

Contrariado por el tono, ha asegurado que esa es la causa de mi repentino ataque de ciática.

Me ha prohibido cargar peso y me ha aconsejado reposo absoluto durante unos días. Después tendré que volver a verle.

Yo, le he prometido que te pediría que me quisieras un poco menos para no soportar tanta carga. No pienso cumplirlo, pero él no tiene porqué enterarse.

De camino a casa se me ha ocurrido una solución espectacular: voy a comprar cajas de cartón, las más grandes que haya,así podré guardar la parte de amor que me rebosa todos los días.

Seguro que mejora mi ciática, seguro que remedios así no se aprenden en la carrera de medicina.

P.D.:Gracias a Sincro por su inestimable y desinteresada colaboración en éste post (entre otras cosas).

Lecciones de tren..

Ayer, en uno de mis largos trayectos diarios en tren, descubrí que mi repulsión hacia el zumo de naranja ,no tiene nada que ver con un antojo de mi madre durante el embarazo, como siempre me había hecho creer.

En la ventanilla más cercana a mi asiento alguien escribió:

"A mi media naranja me la exprimieron"

No me parece ético beberme los desechos de una historia de amor.

Historias para dormir...

Las almaceno minuciosamente en el lugar más recóndito posible para que nadie más que yo pueda ni siquiera intuírlas.

Te confieso que a veces quiero que llegue la noche sólo para conocer una más, como un niño impaciente por abrir el sobre nuevo de cromos para completar el álbum.

Tengo mucha suerte, no me ha salido ninguna repetida y a pesar de ello no tengo ni prisa ni intención de acabarte.

A veces, la tentación casi me puede y estoy a punto de pedirte que me vuelvas a explicar la de tu caída en bicicleta aquél verano, la de tu yaya en los campos de fútbol o la del Tito Chele y la almodovariana celebración familiar...

Creo, que aunque durmiéramos juntas todas las noches, ya no podría vivir sin esa manera tan mágica de acercame tu vida que has inventado para mí.

Lo mejor de todo es que las historias que me explicas por las noches para que yo me duerma son de verdad, aunque parezcan increíbles.

Lo mejor de todo es que tú eres de verdad, aunque parezcas increíble...