No soy ni Sócrates ni Mahoma... (Capítulo 3. Microdiario)
Me sigo sintiendo una exploradora en racha, desde que he llegado, no dejo de descubrir cosas. Hoy, por ejemplo, me he dado cuenta de que sólo las ideas inmensas pueden ser dictadas.
Esta mañana me ha picado una medusa. No puedo decir que haya sido a traición: en la isla el agua es cristalina y las medusas se ven con la suficiente antelación cómo para esquivarlas. Aún así, ni siquiera me he movido (otra vez es síndrome de la ísla) y me ha acabado rozando o yo a ella.
Desde entonces, la inflamación de mi dedo pulgar me impide escribir, así que le dicto el capítulo a mi escribiente particular.
Poco después me siento ridícula... yo no soy ni Sócrates ni Mahoma.