30 septiembre 2006

La quieta o la que esperaba...


Todo tiene un principio dicen, un punto de partida. Para G el punto de partida era ni más ni menos que el punto más equidistante del final. G no solía complicarse la vida, consciente de que había un principio, un final y un camino por recorrer siempre se había quedado quieta. Estaba convencida de que alguien haría el camino por ella y la vendría a buscar, al fin y al cabo, pensaba, si todo el mundo está en un constante tránsito ¿qué sentindo tiene el recorrido? ¿Para qué quieren llegar al final? ¿Quien les espera? Así que G decidió convertirse oficialmene en "la que esperaba". Fueron años de preparativos fustrados, de esperas tediosas y de falsas ilusiones, a veces, veía pasar a alguien, incluso se entretenía a hablar con ella pero nunca era definitivo, era una parada más en el camino, una forma rápida de reponer energias y.. seguir. La vida de G se estaba convirtiendo en monotonía , hasta que un dia le dio por pensar que de la misma forma que ella estaba en el punto final esperando, quizás, alguien había hecho lo mismo en el punto de partida... y empezó a imaginarla. G estaba convencida de que la otra "quieta" existía, podía sentirla, intuirla... y eso la hacía estar triste, muy triste. Ya apenas se entretenía con los peregrinos, sabía que ninguno de ellos era la "quieta"... la quieta:espera. G estaba perdidamente enamorada. Una mañana decidió dejar de ser "la que esperaba" e ir en busca de ella. Apenas cogió equipaje, la experiencia le había servido para aprender y saber cuál era el camino más corto, solo tenía que coger la dirección contraria al resto. Desandar lo andado por ellos..sólo así llegaría al punto de partida.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

me ha encantado el relato... dejas un final abierto...


saludos...

12:04 p. m.  

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